lunes, 13 de junio de 2016

El clásico film "Cazadores del Arca Perdida" cumple hoy 35 años de su estreno original

Evidentemente estamos convencidos de que no existe nada más implacable que el transcurso del tiempo. 

Hace 35 años un 12 de Junio de 1981 se estrenó el film que solidificaría la carrera cinematográfica de Harrison Ford, un carpintero tornado en actor tras una sugerencia de George Lucas al detectar su atractivo físico en la pantalla de plata.  
Estábamos hablando del nacimiento de un personaje que inspiraría decenas de películas dentro del género de la acción y aventura. 

Nos referimos al Dr. Henry Walton "Indiana" Jones, Jr., creado por George Lucas vía una inspiración de los héroes de acción de los seriales de los años 30s. 

Previo a ese film la figura de Ford estaba desde 1966 ligada a filmes de bajo presupuesto y recurrentes papeles en series de televisión. Hubo alzamiento de cejas cuando fue elegido como Han Solo en lo que luego se convertiría en la saga galáctica más famosa de la historia del cine. Entiéndase "Star Wars" o "La Guerra de las Galaxias" como se le tildó para varios mercados latinoamericanos. 

Hay que destacar que ese filme en sí es el capítulo 4 de la narrativa original. De todas formas, el personaje de Han Solo probó ser jocoso y popular y le agenció a Ford cierto nivel. No obstante, las cosas cambiaron dramáticamente cuando se metió debajo de la piel del arqueólogo (con un doctorado en ese campo), profesor universitario y además Coronel del Ejército de los EE.UU. 

La audiencia mundial estaba fascinada con aquellos seriales en donde lo exótico ligado a lo fantástico y aderezado con suspenso y acción, incitaba a más de uno a querer adentrarse en un mundo como ese minado de interminables situaciones sólo posibles en una brillante imaginación. Quizás Lucas era uno de millones inspirado en poder contar ese tipo de historias. 

Lo cierto es que su creación abrió las puertas a un nuevo héroe justo llegado en una década marcada por los excesos financieros, las luces neón, la música hecha en base a sintetizadores, el surgimiento de modas y fragancias extravagantes, entre decenas de cosas más, pero que en el área de las artes, también hubo extraordinarias manifestaciones artístico-creativas. 

"Cazadores del Arca Perdida" supuso la primer de tres cintas que narrarían las espectaculares odiseas de Indiana Jones. La historia no podía ser mejor: el famoso aventurero y arqueólogo es contratado por el gobierno de los Estados Unidos para encontrar el Arca de la Alianza antes que los nazis hagan lo propio. Estamos hablando de (conforme la tradición judía y cristiana) de un cofre sagrado ubicado en el Lugar Santísimo (en hebreo, Kodesh ha-Kodashím) del Tabernáculo y que según esa historia, eventualmente fue colocado en el Templo construido por Salomón. 

Detalles sobre su fabricación y diseño (presuntamente ordenado por Yahveh) no fueron explorados en la película, posiblemente por las implicaciones de precisar los mismos, pero los guionistas George Lucas y Philip Kaufman se las ingeniaron para que Lawrence Kasdan adaptara su relato al cine con suma credibilidad. Es por eso que informaciones claves había que manejarlas con sutileza. 

Nos referimos al contenedor que llevaba consigo las llamadas Tablas de la Ley (piedras con inscripciones talladas que contenían los Diez Mandamientos que Dios entregó a Moisés en el Monte Sinaí). Estamos ante una llamativa historia con múltiples cortes por donde iniciar en materia de cine. 

Producida por Frank Marshall junto a George Lucas y Howard Kazanjian en las funciones ejecutivas, la cinta fue rodada en varias locaciones de EE.UU., Francia, Túnez e Inglaterra para poder emular el aspecto de la ambientación de 1936 (incluyendo escenas habladas en alemán, árabe, nepalí, inglés, hebreo y español). A un costo de unos estimados 18 millones de dólares (terminó con una masiva recaudación de 242,374.454 millones (sólo en Estados Unidos), la cinta supuso un sólido éxito para la Paramount Pictures. 

Por ende, la miel del éxito le tocó también a LucasFilm Ltd. que terminó ganándose además 4 premios de la Academia, siendo éstos Mejor Dirección Artística, Mejor Sonido, Mejor Edición y Mejores Efectos Visuales. Junto a Harrison Ford en el rol estelar, le acompañaron Karen Allen, Paul Freeman, Ronald Lacey, John Rhys-Davies y Denholm Elliot. 

La musicalización estuvo a cargo del maestro John Williams (quien era ya recurrente colaborador de Lucas) y el visionario realizador detrás del lente fue el mago Steven Spielberg, responsable de los hits previos "Tiburón" (1975) y "Encuentros Cercanos del Tercer Tipo" (1977). 

Eventualmente se realizaron "Indiana Jones y el Templo Maldito" (1984), "Indiana Jones y la Última Cruzada" (1989) y la más reciente y menos celebrada, "Indiana Jones y la Calavera de Cristal" de 2008. El binomio Lucas-Spielberg planean rodar una quinta entrega muy a pesar de Harrison Ford contar ya con 77 años para cuando salga en 2019. 

Se han hecho otros esfuerzos fichando potenciales reemplazos, pero la audiencia mundial se niega a aceptar el retiro de Ford como el Dr. Jones. De hecho, el papel originalmente fue propuesto a los actores Nick Nolte, Steve Martin, Bill Murray, Chevy Chase, Tim Matheson, Nick Mancuso, Peter Coyote, Jack Nicholson y la segunda opción personal de Spilerberg (después de Harrison Ford) Tom Selleck. 

Ford fue fichado a menos de tres semanas antes del inicio del film. En un abrir y cerrar de ojos pasaron treinta y cinco años y parece que fue ayer. Lo cierto es que hay cosas en la vida que no pueden dejar de ser y/o pensarse. En materia de cine, no hay forma de imaginar una película de aventura sin mencionar a Indiana Jones. 

Quizás es como la frase promocional del segundo capítulo de la saga que rezaba que si la aventura tuviera nombre se llamaría Indiana Jones.  
No podíamos estar más de acuerdo con eso.