Con gran pesar nos llega la triste noticia del fallecimiento del clásico actor de Hollywood Sidney Poitier, quien se hizo ciudadano estadounidense, pero tuvo orígenes en Las Bahamas.
Nativo de Cat Island, Bahamas (aunque nació, dos meses antes de ti miempo, en Miami durante una visita de sus padres), Poitier creció en la pobreza como hijo de los granjeros Evelyn y Reginald James Poitier, quien también conducía un taxi.
Tenía poca educación formal y a los 15 años fue enviado a Miami a vivir con su hermano, con el fin de prevenir una creciente tendencia a la delincuencia. En los EE. UU. experimentó el abismo racial que dividía esa nación creándole un gran impacto para un niño que provenía de una sociedad con una mayoría de ascendencia africana.
A los 18, se fue a Nueva York, hizo trabajos de baja categoría y durmió en el baño de una terminal de autobuses. Realizó un breve período en el ejército como trabajador en un hospital de veteranos fue seguido por más trabajos de baja categoría en Harlem.
Una audición impulsiva en el American Negro Theatre fue rechazada con tanta fuerza que Poitier dedicó los siguientes seis meses a superar su acento y mejorar sus habilidades interpretativas. En su segundo intento, fue aceptado. Visto en un ensayo por un agente de reparto, ganó un pequeño papel en la producción de Broadway de "Lysistrata", por la que obtuvo buenas críticas.
A finales de 1949, tuvo que elegir entre papeles principales en el escenario y una oferta para trabajar para Darryl F. Zanuck en la película "No Way Out" (1950). Su actuación como médico que trata a un fanático blanco le llamó mucho la atención y le dio más papeles. Sin embargo, los papeles eran aún menos interesantes y prominentes que los que obtenían habitualmente los actores blancos.
Pero siete años más tarde, después de rechazar varios proyectos que consideró degradantes, Poitier obtuvo una serie de papeles que lo catapultó a una categoría que rara vez o nunca logró un hombre afroamericano de esa época: la de protagonista.
Una de estas películas, "The Defiant Ones" (1958), le valió a Poitier su primera nominación al Oscar como Mejor Actor. Cinco años después, ganó el Oscar por "Lilies of the Field" (1963), el primer afroamericano en ganar por un papel principal.
Permaneció activo en el escenario y la pantalla, así como en el floreciente movimiento de derechos civiles.
Sus papeles en "Guess Who's Coming to Dinner" (1967) y "To Sir, with Love" (1967) fueron hitos para ayudar a romper algunas barreras sociales entre negros y blancos.
El talento, la conciencia, la integridad y la simpatía inherente de Poitier lo colocaron en pie de igualdad con las estrellas blancas del día.
Asumió la dirección y producción de tareas domésticas en la década de 1970, logrando el éxito en ambos campos.
Poitier tuvo oficialmente 55 créditos como actor en el lapso 1947-2001, carrera distinguida que incluyó películas hechas también expresamente para la televisión.
Poitier fue el primer actor negro en colocar autógrafos, manos y huellas en el cemento del Grauman's Chinese Theatre en la ceremonia escenificada el 23 de junio de 1967, año que paeticipó en la cinco veces premiada al Óscar "In The Heat of The Night".
La noticia de su fallecimiento la dio a conocer el Ministro de Relaciones Exteriores de las Bahamas, Fred Mitchell, pero no se reveló detalles de su muerte.
