martes, 26 de enero de 2016

¿Temor A Un Óscar Negro?: Los únicos 15 casos en 87 años en donde la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas ha premiado actores negros

Desde tiempos memorables la palpante tensión racial en Estado Unidos ha sido motivo objeto de múltiples estudios sociológicos dentro de sus altas y prestigiosas casas de estudios y de alguna forma, a nivel internacional ha hecho algún tipo de ruido, pero el enfoque pasa casi inadvertido. 

Inadvertido quizás porque el interés de sus exactos 5,783 miembros (dato actual) no se ha detenido a ninguna otra cosa que a realizar sus funciones: reconocer una forma de realizar arte. No obstante, el tema ahora de la llamada “diversidad” nos suena como a un grito al vacío de un grupo que se sintió objetado y decidió protestar por no ser invitados a una fiesta que nunca asistieron. El problema va mucho más allá de que los acérrimos miembros entiendan que en algún momento la ilusión de soñar en dorado se vea amenazada por el temor de que los premios Óscar sean dominados por la comunidad artística afroestadoundense. 

Usted interpretará que esa postura tiene ribetes excluyentes y está en todo su derecho de pensarlo, pero la gran realidad es que tradicionalmente han existido pocas oportunidades dentro de Hollywood para actores no sólo negros, sino también de origen latino. 

Se trata de un hecho en donde la cantidad de proyectos que se gestan, se rehacen o se planifican son dirigidos a figuras claves del ‘star system’ que con el tiempo, siempre han sido caucásicas. ¿Significa eso que los actores negros no pueden o saben actuar?. No del todo. 

Posiblemente, y volvemos a mencionar el factor de oportunidades, se hayan perdido en el tiempo grandes figuras que sintiéndose ignorados (y con mucha necesidad laboral) optaron por aceptar los papeles que se les ofrecían. Dejarse llevar por las pasiones, no es un buen indicativo para iniciar una irresponsable campaña en contra de una entidad. 

Decimos esto porque no es cierto que la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas ha dejado de lado el hecho de reconocer una actuación meritoria per se, sin importar origen del intérprete o color de piel. Tampoco es menos cierto que en sus 87 años, esos ganadores negros apenas han sumado 14 ocasiones (15 técnicamente porque hubo un caso en donde Denzel Washington ganó dos veces). 

Saque usted sus conclusiones y mientras hace repaso mental de las mismas, compartiremos con ustedes los nombres de los actores y actrices que han tenido la oportunidad de ser reconocidos con un premio Óscar desde su irrupción hasta la actualidad. Un número bastante bajo tomando en cuenta los años del premio, pero que obedece a una inexorable realidad. 

La primerísima figura de color en ganarse un Óscar fue una mujer: Hattie McDaniel (a la izq. en el recuadro). Y se llevó el premio como mejor actriz secundaria por su rol de nana en el clásico de 1939 “Lo Que El Viento Se Llevó” de Victor Fleming. 

Si calculamos el lapso de inicio de los premios versus este reconocimiento, pasaron doce años para que un actor de color fuera tomado en cuenta por la Academia. 

De todas formas la brecha se hizo mucho más larga para la llegada de otro premiada y en ese caso, que fuera masculino. Antes, debemos hacerles saber que la McDaniel tuvo oficialmente 80 film acreditados en su carrera. 

Es imperativo mencionar además que fue la primera mujer negra en hablar por radio en EE.UU. y conserva también desde 2006, la distinción de ser la primera figura negra ganadora de un Óscar en ser inmortalizada en un sello postal. Su figura es referente en teatro y la música. Falleció de cáncer de mama en 1952 a la corta edad de 57 años. 

Casi dos décadas y media después se produce el hecho y cae en manos de una de las figuras negras masculinas más respetadas de Hollywood: Sidney Poitier (arriba a la derecha) por su rol como actor principal en el personaje de Homer Smith del film “Lillies of the Field” de 1963 autoría del realizador Ralph Nelson. 

La trama giraba en torno a la relación de un afroamericano itinerante quien fue tomado como ángel caído del cielo por un grupo de monjas que pensaron había sido enviado para ayudar a éstas a construir una capilla. Poitier permanece como una de las grandes figuras clásicas del cine norteamericano, además de ser una persona valorada, respetada y querida por la comunidad artística de Hollywwod. 

El tercer caso llega en casi dos décadas nuevamente y recayó en Louis Gossett, Jr. (primero a la izq)  Por su férrea interpretación en “Reto al Destino” de Taylor Hackford en donde Gossett, Jr. interpretaba al rudo sargento de la Marina de EE.UU., Emil Foley, quien ayudaría al joven Zack Mayo (Richard Gere) a completar sus estudios en la academia naval. 

Gossette Jr., quien cumplirá 80 años en Mayo próximo, lleva 184 créditos oficiales como actor desde ese entonces siendo “Breaking Brooklyn” su más reciente de este 2016 y saldrá en 2017 bajo la piel del Reverendo LeJuene en el film “El Secreto del Retrato” de Janet Álvarez González y que compartirá rol junto a María Conchita Alonso. 

1989 ve a Denzel Washington llevarse el primero de sus dos premios Óscar en el potente drama bélico-histórico “Glory”. Washington fue homenajeado como mejor actor secundario por su impactante interpretación del sargento Trip quien tuvo que lidiar las duras confrontaciones cargadas de racismo siendo parte del primer batallón voluntario compuesto por negros dentro de la Guerra Civil y que fuese comandado por un blanco, el Coronel Robert Gould Shaw (Matthew Broderick). 

Eran momentos de mucha tensión tanto existencial como moral porque los EE.UU. se conformaban como República ante la mortal amenaza de los Confederados. Con 54 créditos en su haber, la carrera de Washington lo ha posicionado como “el único actor negro que le ofertan papeles de blancos” y fuera de ese mote, no hay desperdicio alguno en ninguna de sus potentes y electrizantes caracterizaciones. 

El siguiente año, Whoopi Goldberg se llevaba el trofeo por mejor actriz secundaria en el ahora clásico film de Jerry Zucker “La Sombra del Amor” opuesta al finado Patrick Swayze y Demi Moore. 

Su carrera computa varios altibajos después de ese Óscar matizados por interpretaciones sin pena o gloria, que incluso, llegaron a pasar inadvertidas entre el público mundial. 

1996 es el años en donde Cuba Gooding Jr. Se lleva la presea en “Jerry Maguire” interpretando al efusivo Rod Tidwell opuesto a Tom Cruise del realizador Cameron Crowe. Para bien o para mal, se ha dicho que tras un actor ganar un Óscar tanto su vida, como su carrera cambian y en el caso de este señor, lo que vino después no ha sido algo extremadamente bueno (exceptuando “Hombre de Honor” del 2000, autoría de George Tillman, Jr. Y opuesto a Robert de Niro) ya que se ha refugiado en cintas expresamente hechas para la TV, seriales televisivos o películas de acción de bajo de presupuesto realizadas directas al vídeo. 

Cinco años más tarde, llega el segundo Óscar para Denzel Washington y ésta vez era como actor principal por su explosiva, sagaz, charlatana, irreverente, alocada y original interpretación del corrupto Detective de Los Angeles, Alonzo Harris en el film “Día de Entrenamiento”. La cinta disparó en ese momento el prestigio del director Antoine Fuqua y puso nuevamente en el ojo público al veterano Ethan Hawke. 

2001 se tornó en el año en que Halle Berry se convirtiera en la primera y hasta ahora, única actriz negra en ganar un Óscar en el apartado de mejor actriz principal. El film fue el drama romántico “Monster’s Ball” de Marc Forster. Berry interpreta a Leticia Mosgrove, la ex esposa del último prisionero ejecutado por un racista guardia carcelero (interpretado por Billy Bob Thornton) y de quien ésta se enamora. Berry lleva un récord oficial de 47 filmes acreditados, pero tras su premio, ninguno de esos ha sido relevante. 

Tres años más tarde, el turno le toca a otro masculino en un convincente rol titular: Jamie Foxx como Ray Charles en el drama biográfico del famoso cantante estadounidense “Ray” autoría de Taylor Hackford. 

Eric Marlos Bishop, que es el nombre de pila del actor, canta y baila también, pero sus actuaciones posteriores no han dejado ningún legado visual. 

2004 fue un Óscar ultra merecido y esperado porque el ganador permanece como un pilar súper respetado y de alto calibre dentro de la comunidad Hollywoodense, Morgan Freeman. 

Se llevó el premio como mejor actor secundario interpretando al exigente entrenador boxístico Eddie “Scrap-Iron” Dupris quien tenía la misión de convertir en peleadora profesional a la determinante Maggie Fitzgerald (Hillary Swank) en el drama deportivo dirigido por Clint Eastwood, “Million Dollar Baby”, quien se llevó además 3 premios en los aparatados de mejor director, mejor película y mejor actor principal. 

Freeman permanece estable en su carrera y su legado envejecerá de forma agradable porque sus roles eventuales han sido más que agradables, refrescantes. 

En 2006 un veterano de la industria por fin veía cristalizado su sueño de ser reconocido por la Academia. Hablamos de Forest Whitaker quien impactó al planeta por su creíble actuación como el despiadado dictador Idi Amin en el film “El Último Rey de Escocia” de Kevin Macdonald. 

Whitaker se alzó como mejor actor principal en este interesante drama histórico-biográfico. Con 111 títulos a sus espaldas, este actor es un boleto seguro para ir a ver sus películas in temor a desencantos como espectador. 

2006 también se vió matizado por otro Óscar a una intérprete femenina. Jennifer Hudson sorprendió e impactó con su papel de la bailarina Effie White dentro del drama musical de Bill Condon, “Dreamgirls”. Hudson es el típico ejemplo de que el hecho de no ganar un concurso de canto (“American Idol XIII”) no significa que el talento no sea reconocido eventualmente. 

En 2009, la comediante Mo’Nique tuvo su gran oportunidad en un film independiente y encima de eso, llevarse un premio en el apartado de actriz secundaria al interpretar a Mary en el drama “Precious”. Octavia Spencer se llevó en 2011 la distinción como mejor actriz de reparto por su magnética actuación debajo de la piel de Minny Jackson en el drama “The Help” original de Tate Taylor, quien la escribió para el cine a partir de la novela de Kathryn Stockett. 

Ya en la postrimería de nuestro artículo, vimos con júbilo y sobre todo mucha justicia, el Óscar cedido a Lupita Nyong’o por su estremecedor papel de ‘Patsy’ en el drama racial, “12 Años de Esclavitud” de Steve McQueen. El premio validó sendos papeles para la Nyong’o en “Non-Stop” (2014) y como Maz Kanata en “Star Wars: Episode VII – The Force Awakens” (y su respectiva secuela Episodio VIII, en 2017) así como roles en los actuales proyectos en etapa de postproducción “Queen of Katwe” y “The Jungle Book ” de este 2016. 

Los premios Óscar correspondientes al 2015, se entregarán el próximo 28 de Febrero en el Dolby Theatre, localizado en Hollywood, California y serán transmitidos vía satélite por varios sistemas de cable a nivel internacional.

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