Un recorrido cargado de múltiples y extraordinarias vivencias, muchas de éstas sinónimo de suma gratitud y satisfacción profesional y personal. También experiencias de ver partir seres queridos y a la vez, vía la práctica de la resiliencia, aprender a vivir sin los que se fueron llevándolos siempre y solemnemente en nuestros corazón y memoria.
También, el chance de crecer, conocer gente nueva y llena de afabilidad, así como dignificar mis orígenes con la retribución de aportes que puedan servir de ejemplo en nuestra comunidad, afirmando con abierto orgullo el inexorable hecho de ser quisqueyano de puro corazón. No importa lo ostentoso, lo que sí vale es con quién celebres tus logros y luchas.
¡No dejes jamás de sonreír! Todos, sin excepción, tenemos pequeñas, medianas y grandes situaciones, pero con paciencia, podremos solventarlas. Agradece por la vida y celébrala siempre con prudencia, alegría y humildad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario